La investigación educativa se sustenta en la metodología científica para tratar de: comprender, explicar y resolver planteamientos formulados acerca de la realidad. En consecuencia, se generan estrategias que hacen posible la búsqueda de la información que permitan alcanzar o aproximarse al conocimiento del objeto o fenómeno de estudio. El investigador asume el diseño que mejor le permite abordar un problema, especifico, adaptado a un paradigma, entendido éste como un conjunto de categorías que conforman un sistema coherente de proposiciones explicativas e interpretativas sobre un área de la realidad, estrechamente vinculada con una especifica forma de comprenderla y asumirla.
La dimensión metodológica aborda los problemas que plantea la investigación educativa en relación, con métodos a emplear. Las diversas metodologías que se utilizan en la investigación social y educativa para indagar el mundo social proporcionando el marco de referencia, la justificación lógica para examinar los principios y procedimientos empleados para formular los problemas de investigación, se dan respuestas a los mismos y se evalúan su idoneidad y profundidad.
Las decisiones que se toman en el ámbito social respecto a cada una de las dimensiones, depende en gran parte, de cómo se concibe la realidad social. Las cosmovisiones o paradigmas tienden a guiar las acciones de las personas. Si bien el concepto de paradigma acepta una multiplicidad de significados, puede entenderse como un conjunto de creencias y actitudes, como una visión del mundo “compartida” por un grupo de científicos, y que implica específicamente una metodología determinada; en el ámbito de las ciencias sociales los paradigmas más usuales son el positivista, el constructivista y el sociocrítico.
La metodología cuantitativa según Miguel (1998), “es aquella que se dirige a recoger información objetivamente mesurable” (p. 63). Señala Álvarez (1990), que las técnicas cuantitativas de obtención de información requieren de apoyo matemático y permiten la cuantificación del resultado. Son utilizadas fundamentalmente para obtener datos primarios sobre todo de características, comportamientos y conocimientos. El mismo enmarcado en el positivismo, empirismo lógico, método estadístico deductivo predeterminado y estructurado.
Lo desarrollado explica la aplicación del enfoque cuantitativo, y deja por entendido su respectiva adecuación a un problema determinado de la práctica educativa. Actualmente en la realidad educativa se acentúa un debate, sobre el alcance del diseño cuantitativo, ya que según autores éste se encuentra limitado para dar respuestas a una parte de las ciencias sociales y en lo irracional de pretender cuantificar toda realidad humana.
Para fundamentar la idea anterior se recurre a lo expresado por Martínez (1991):
Sin embargo, ahora cuando el análisis cuantitativo con las más sofisticadas técnicas de los grandes programas estadísticos llegó a una cima y deja sin resolver los graves problemas del comportamiento humano, muchos investigadores prominentes de los círculos cuantitativos comienzan a explorar con interés y a promover la aplicación de los métodos cualitativos (p.5)
Para el autor, como muchos otros opinan que el análisis cuantitativo obtuvo sus logros y alcances, pero que su aplicabilidad se ve limitada a realidades humanas, donde irracionalmente no se puede cuantificar el comportamiento de las personas relacionadas con actitudes, sentimientos, motivaciones y creencias. En otros casos, se presenta o se identifica la investigación científica en campos donde se aplique el criterio de la exactitud cuantitativa y se reserva el criterio de menos científicas a aquellas disciplinas, que de manera inmediata no produzcan en términos cuantitativos o programáticos, como las disciplinas llamadas humanas, sociales históricas o del espíritu.
U.N.A. (2006), al respecto señala:
“La exactitud como idea del conocimiento, la persiguen por igual todas las ciencias. También todas son rigurosas, pues el rigor cualifica los resultados de esa investigación. El error habitual es el de equipar la exactitud con la cuantificación. Hay una exactitud cualitativa, aparte de la exactitud cuantitativa, aunque no en nivel inferior a ésta: cada una es específica. La falta de rigor consiste en aplicar el método cuantitativo a unos objetos o fenómenos que ni lo requieren ni lo admiten”.
Luego de planteada la reflexión se postula la idea de un paradigma emergente que desarrolle con bases en la creación del conocimiento, pueda emplear metodología cuantitativa acorde al objeto de estudio planteado y su contexto, cuantificando no sólo dentro de las ciencias naturales, sino también siendo utilizadas en otras disciplinas de manera alternativa en estudios o investigaciones sociales educativas, donde se integran también necesariamente herramientas estadísticas como instrumentos auxiliares.
Los enfoques cuantitativo y cualitativo, utilizados en conjunto, enriquecen la investigación, ambos originan un camino a seguir en la búsqueda del conocimiento, empleando procesos rigurosos, sistemáticos, cuidadosos y empíricos, siguiendo para ello cinco fases similares y relacionadas entre si:
· Llevando a cabo la observación y evaluación de fenómenos.
· Establecen suposiciones o ideas como consecuencias de la observación y evaluación realizada.
· Demuestra el grado en que la suposición o ideas tienen fundamento.
· Revisan tales suposiciones o ideas la base de las pruebas o del análisis.
· Proponen nuevas observaciones y evaluaciones, (esclarecer, modificar y fundamentar las suposiciones o ideas, o incluso para generar otras).
Para sustentar la idea de una investigación cuantitativa y cualitativa, el investigador debe definirlo al momento de formular el planteamiento del problema que según Kerlinger (2002), citado por Hernández y colaboradores (2003). Expresa: “El planteamiento debe implicar la posibilidad de realizar una prueba empírica (Enfoques cuantitativo) o una recolección de datos (Enfoque cualitativo). Es decir, la factibilidad de observarse en la realidad o en un entorno” (p.10).
Para finalizar la investigación educativa es una actividad que genera desarrollo de habilidades para el trabajo intelectual, académico y del conocimiento a través de la adecuación de diseños cuantitativos y cualitativos según los criterios y dimensiones asumidas por el investigador para plantear, explicar, comprender y resolver fenómenos tomados de su realidad en la búsqueda de estrategias y vías para mejorarla, expresándola en explicaciones lógicas y coherentes, a partir de las cuales se validen y se formulan alternativas de su realidad.
Referencia
http://www.altillo.com/examenes/usa/metodos2007resusampierinae.asp
Martínez; M. (1991). Investigación Cualitativa Etnográfica.
Sánchez; y otros. Métodos de Investigación.
Hernández y otros. (2003) Metodología de la Investigación. 3ra Edición.
U.N.A. (2006) Metodología de la Investigación.
U.P.E.L. – I.M.P.M.P.M. (2002). Investigación Educativa.